dijous, 21 de juliol del 2011

EL NAIXEMENT DE LA CONTRACULTURA I LA MORT DE T. ROSZAK


Una necrològica al País avui em remou l’escaquer de la memòria. Francesc Arroyo en una prosa pensant sintetitza la Contracultura a “Teodore Roszak, el teórico de la contracultura”. Roszak (1933-2011) és l’autor de El nacimiento de una contracultura, reeditat el 2005 a Kairós -The Making of a Counter Culture, 1969- llibre que vaig llegir a les primeres clarors de la llarga nit de la dictadura, quan la consciència creixia sobre la realitat dialèctica i la necessitat de ser lliures, també de realitzar-se.

Tal com substancia Arroyo, Roszak exposa “...la crítica a la tecnocracia, al cientificismo, a los esquemas de relación familiar y sexual tradicionales, así como la afirmación de que hay más formas de conciencia que la del hombre adocenado (…) El libro de Roszak fue leído como una biblia contracultural, pero incluía tanto el análisis del fenómeno como una cierta distancia al respecto y en ningún momento dejó de mostrar las influencias de las que bebía. Los jóvenes, en primer lugar, pero también pensadores y creadores como Wright Mills, Paul Goodman, R. D. Laing, Alan Watts, Herbert Marcuse, Betty Friedman o Eldridge Cleaver. En una nota a pie de página, tuvo buen cuidado de no olvidar las tendencias anarquistas registradas en el mayo francés y simbolizadas por Daniel Cohn-Bendit.”

La Contracultura va ser un vent de revolta que va consagrar la joventut com a subjecte històric: “el rechazo manifestado por parte de la juventud urbana de los paises desarrollados a buena parte de los valores dominantes.”

L’article d’Arroyo es pot llegir des de la indignació que avui mateix surt al carrer, quan diu que el 1987 Roszak va revisar la memòria col•lectiva d’aquella època: “En un texto titulado Summer of love (EL PAÍS, 26 de noviembre de 1987) recordaba que aquel movimiento tuvo, al lado de pasos que llevaban a callejones sin salida, virtudes más que apreciables. Por ejemplo, fue una época en la que los jóvenes ocuparon los campus universitarios y las calles de las ciudades para discutir sobre "la paz, la justicia, la libertad personal, el gobierno de todos" con un "claro rechazo" al "control de arriba abajo". Una descripción de tiempos pasados que podría servir casi milimétricamente para referirse a los indignados de hoy. Jóvenes que expresaban, escribió Roszak, "un profundo sentimiento de renovación y un descontento radical" provocando suspicacias en quienes hubieran querido que "fuesen movimientos organizados, con su sede central, su comité ejecutivo". Y, al final de una reflexión sobre las influencias místicas y orientalizantes, se preguntaba: "¿Por qué habría de aceptar la juventud disconforme que la generación anterior tiene algo importante que decirle sobre la acción política práctica?".

(…) “Era consciente de que no todos los movimientos conducen al éxito, pero alertaba (y la afirmación sigue siendo válida): "Es posible que los jóvenes de esta generación no tengan la fuerza vital suficiente para lanzarse a realizar la transformación secular que buscan, pero sería un error suponer que quieren algo menos que una transformación radical". Y algo más tenía claro: la insuficiencia de los partidos de la izquierda tradicional para estar a su lado y a su altura.”

Arroyo tanca l’escrit amb una referència biogràfica amb una la imatge nítida: “Theodor Roszak había estudiado Historia en la UCLA, doctorándose en 1958 en Princeton. Fue profesor y escribió una veintena de libros, de ensayo y ficción. Entre los primeros se cuenta El culto a la información (Gedisa, 2006), donde, en continuidad con las tesis antitecnocráticas de su obra más conocida, marca distancias respecto a la tentación de confundir el cerebro y el pensamiento humanos con los ordenadores y el procesamiento de datos; ideas que también desarrolló en su obra de ciencia-ficción The memoirs of Elizabeth Frankenstein (1995). Fue también editor de la revista pacifista inglesa Peace News.

Sense haver parlat ni de l’ecologia ni de la consciència antinuclear , de tot aquell temps queden encara pólvores màgiques.

F: Reproducció de la portada de l'edició primera, Kairós 1970